Para esta casa, Nuwe planteó una reforma en la que se debían conservar ciertos elementos originales que los propietarios querían salvaguardar. Se quiso mantener, por ejemplo, las tallas, ya que impresionaron a los clientes al comprar la vivienda. Otra parte que les impacto fue “el mueble” de la cocina, una pieza de granito con campana extractora de obra a la que cambiaron revestimientos y completaron con una encimera de Silestone, mezclando de nuevo lo clásico y consiguiendo una cocina que sorprende por su originalidad.
En cuanto a la distribución, se mantuvo la original, con las habitaciones dando a la fachada y el salón al patio de manzana. Se realizó una reforma integral de baño y aseo, cuidando sobre todo el principal. Para el techo desmontable, que es donde está ubicada la maquina central de climatización, optaron por un panel de Celenit, que además de dar una estética diferente actúa como aislante acústico. Para el aseo, al no disponer de un gran espacio optaron por un revestimiento porcelánico de simulación de suelo hidráulico en tonalidades ocre, que da una sensación de profundidad y mayor luz.
La andadura de Nuwe empezó hace dos años escasos, en una época en la que mandaba la crisis financiera más acuciante que ha sufrido nuestro país y, en especial, el mercado inmobiliario. Durante estos dos años han sabido diferenciarse de sus competidores ofreciendo un servicio muy cualificado y personal. La clave de Nuwe Arquitectura es que tratan cada propiedad como si fuese propia y a sus clientes les ofrecen, sin coste adicional, las mejores herramientas disponibles para ayudar a la venta o facilitar la compra de la misma. En definitiva, un asesoramiento de confianza.
