8 consejos para que la mascarilla facial no altere tu piel

La mascarilla llega a nuestras vidas para quedarse y debemos “recibirla” con nuestra mejor cara. De los cuidados que prodiguemos a nuestra piel dependerá que ésta se altere más o menos. Te proponemos 8 consejos para cuidar tu piel durante esta etapa.

La mascarilla contra el Coronavirus llega a nuestras vidas para quedarse (durante una temporada) y debemos “recibirla” con nuestra mejor cara. De los cuidados que prodiguemos a nuestra piel dependerá que ésta se altere más o menos.

A las consecuencias que provocan en la piel el estrés o la ansiedad, se suma el uso de las mascarillas contra el Coronavirus. Éstas se ajustan a la piel, la rozan, la irritan, evitan la ventilación… y, si las llevamos durante varias horas al día, crean el ambiente propicio para la aparición de deshidratación, de granitos, de brotes de acné…

PIEL PERFECTA BAJO LA MASCARILLA

Para conjugar salud con belleza y que las “contraindicaciones beauty” sean las mínimas posibles, es necesario que, ahora más que nunca, seamos muy meticulosos con el cuidado de nuestro rostro antes y después de ponernos la mascarilla.

TEN EN CUENTA QUE…

  • Puedes reducir la cantidad de maquillaje aplicada en el área tapada por la mascarilla para prevenir brotes de acné o la aparición de granitos.
  • La limpieza del rostro, día y noche, debe realizarse con un limpiador suave y un tónico calmante.
  • Mantener la piel hidratada es fundamental para proteger el manto lipídico y favorecer la retención de agua.
  • No conviene colocarse la mascarilla inmediatamente después de aplicar los tratamientos faciales. Debemos esperar a que se absorba completamente el producto.
  • Los bordes de la mascarilla pueden provocar roces e irritar la piel. En esas áreas debemos ser más generosos con la crema hidratante o utilizar tratamientos más untuosos y fórmulas más ricas.
  • Los labios no se ven pero son una de las zonas del rostro que más van a acusar los “efectos” de la mascarilla contra el Coronavirus. Hay que seguir hidratándolos y nutriéndolos.
  • Los productos calmantes, reparadores y regeneradores (cremas, serums, mascarillas, tratamientos intensivos…), son más necesarios que nunca.
  • El protector solar sigue siendo imprescindible.

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