Hacía frío aquel domingo lluvioso de febrero en el que ni Marta ni Robin tenían que estar en aquella pista de pádel… pero el destino es siempre caprichoso y una chispa se encendió entre ellos. «Llegué a casa y estaba como en una nube», recuerda Marta. Cinco años después, contemplando una puesta de sol en la cala Benirràs, Robin sacó el anillo con el que Marta siempre había soñado y le pidió casarse con él. Un retraso obligado por la pandemia y siete años después de conocerse se dieron el sí quiero

Óscar y Macarena compartían varios grupos de amigos y todos veían claro que esta pareja iba a
funcionar. Una noche de verano coincidieron en una discoteca y se empezaron a conocer. Él tenía un viaje días más tarde y le prometió a Macarena que por cada país que visitase, le enviaría un mensaje para que viese que se acordaba de ella. Lo que empezó como un juego concluyó en una bonita historia de amor.