Fotos: D.R
Federico y Beatriz son una joven pareja que decidió darse el sí quiero en uno de los entornos más románticos del planeta, Venecia. Fede es italiano y Bea, aunque reside en Milán, es de origen valenciano. El Castillo de San Salvatore, en la provincia de Treviso, rodeado de prados y viñedos, fue testigo de uno de los enlaces más bucólicos y elegantes celebrados hasta la fecha.
LA MAGIA DEL ENTORNO
El Castillo de San Salvatore, de estilo románico, fue construido en 1100 y quedó, en parte, destrozado tras la primera guerra mundial. Este hecho histórico dota al lugar de un encanto especial y lo hace único. Los novios llegaron en un original coche de época, que encajaba a la perfección en este entorno tan idílicamente pintoresco. El paisaje, visto desde los jardines del castillo, hacía las delicias de los invitados, los cuales afirmaban encontrarse en un espacio de ensueño.
ROMÁNTICO Y ROMÁNICO
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Abadía de Santa Maria Follina, también de estilo románico. Una gran escalinata desembocaba en un claustro historicista con columnas de estilo dórico por donde los novios salieron una vez convertidos en marido y mujer.
INSPIRACIÓN HELÉNICA
Una vez celebrada la ceremonia religiosa, los novios se dirigieron al impresionante castillo. Al cruzar los portones del mismo, un precioso espacio custodiado por ninfas y sílfides grecolatinas recibían a los invitados en un patio interior donde se ofrecía un cocktail con productos típicos de la provincia veneciana de Treviso con el vino proseco como insignia. El atuendo de las invitadas, muy romántico y de inspiración helénica, incluía la guinda final a un día en el que todo resultó inmejorable.